“Y la elegida considere qué carga ha tomado sobre sí y a quién tiene que dar cuenta de la grey que se le ha encomendado (cf. Mt 12,36; Heb 13,17).
Esfuércese también en presidir a las otras más por las virtudes y las santas costumbres que por el oficio, para que las hermanas, estimuladas por su ejemplo, la obedezcan más por amor que por temor. No tenga amistades particulares, no sea que, al preferir a una parte de las hermanas, cause escándalo en todas. Consuele a las afligidas. Sea también el último refugio de las atribuladas (cf. Sal 31,7), no sea que, si faltaran en ella los remedios saludables, prevalezca en las débiles la enfermedad de la desesperación. Guarde la vida común en todo, pero especialmente en la iglesia, el dormitorio, el refectorio, la enfermería y en los vestidos”. RCL lV 9-13
Queridísimas hermanas en el Señor: paz y Bien.
En este último mes del año 2020, entre muchas de las intenciones que habitualmente tenemos presentes ante el altar de Señor, no podemos olvidarnos de las Madres Abadesas de nuestros monasterios que deben llevar la cargar mayor. Un servicio de mucha responsabilidad, incomprendido, y poco valorado.
Ellas necesitan de nuestro apoyo espiritual y de nuestra colaboración, para que el carisma sea vivido en plenitud. Vamos a implorar para ellas los dones del Espíritu Santo, para que abiertas a su acción regenten nuestras fraternidades por el camino que trazó Santa Clara para nosotras, siguiendo las huellas del Crucificado.
El IV Capitulo de la Regla de la Santa, les servirán de apoyo, para que en la fraternidad se dé frutos de santidad.
Durante el mes de diciembre de 2020, pedimos por ella a la Inmaculada, Patrona de la Orden, para su fiel servicio a la Iglesia y a la Orden.
¡Feliz Adviento y gozosa Navidad!
Un cariñoso saludo fraterno de vuestras hermanas de la Comisión de Relaciones Fraternas.