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Además, podréis alegraros junto a nuestras hermanas de Cantalapiedra (España) que celebran su primer siglo de presencia generando nueva vida: la afiliación al Monasterio de Allariz.
Las hermanas de Kerala, India, os ayudarán a entrar en sin-tonía con el amor compasivo de santa Clara por los enfer-mos. Qué necesario es convertirse en signo y fuente de es-peranza viva para muchos, como lo fue nuestra hermana y madre, en medio de un dolor profundo y penetrante —a veces hasta desesperante—que afecta a las personas en cada latitud, sobre todo a causa de la pandemia.
Por último, podréis estar interesadas e inspiradas por la lec-tura de la iniciativa lanzada por la Familia Franciscana en Italia para una concreta «puesta en práctica» de la encícli-ca Laudato Si‘.
Mención especial para los artículos que recogen algunos re-cuerdos del P. Thadée Matura, OFM (desde Canadá, de Tahi-tí, de Italia). Son una gota en el océano porque ¿quién no lo conocía y sacaba provecho de su límpido testimonio de la hu-mildad y mansedumbre de Jesús? ¿Quién no se ha sentido estimulado y animado al ver su pleno compromiso con el Evangelio siguiendo las huellas de Francisco y Clara? Un año después de su muerte, nos gusta ofrecer más oportunidades para mantener viva su memoria y su precioso legado.
Una fraterna y calurosa bienvenida también desde estas páginas a nuestro hermano Ignacio Ceja, OFM, que ha acep-tado acompañarnos como Delegado General Pro Monialibus. Estamos felices de compartir contigo, Fr. Ignacio, nuestra vida y nuestra oración, agradecidas al Padre de las misericordias que nos muestra su cuidado y solicitud a través de tu com-promiso evangélico y la comunión fraterna. ¡Gracias!
¡Disfrutad de la lectura!