Queridas hermanas, recibid nuestro saludo franciscano de Paz y Bien.
En este mes por excelencia Clariano, viajamos espiritualmente al convento de Santa Clara, de Carmona, en Sevilla, que fue fundado en el año 1460, con la autorización del Papa Pío II, y contó desde el principio con la protección y privilegios del pontificado y la corona, tales como el de custodiar las llaves de la ciudad en periodos de guerra o eximir de impuestos a los vecinos que estaban al servicio de las monjas.
Es durante los siglos XVII y XVIII cuando la iglesia adquiere su aspecto actual. Ya en el siglo XVIII tiene lugar la construcción de la portada del compás con puertas gemelas de arco de medio punto y pilastras toscanas, obra labrada en el año 1705 por el cantero Juan Antonio Blanco. Y en esta misma centuria se añaden la torre del campanario y la torre mirador, adquiriendo así el conjunto el aspecto con el que ha llegado a nuestros días.
Los treinta y un días que forma agosto, vamos a rezar mucho por esta Comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara, que desde tierras de Andalucía siguen con entusiasmo y fervor la forma de vida de la pequeña plantita de Francisco de Asís.
Con nuestra lámpara encendida ante la presencia del Señor, colocamos el nombre del monasterio asignado: “Carmona, Sevilla”.
En este mes podemos tener como referencia espiritual en nuestras relaciones fraternas: “Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría”. San Francisco de Asís.
Recibid un saludo fraterno de vuestras hermanas
de la Comisión de Relaciones Fraterna.