Sor Mª
Teresa Domínguez Blanco, o.s.c
Queridas hermanas:
Sea nuestro corazón y
nuestra fraternidad, el pesebre que acoge al Hijo de Dios hecho carne; ¡sigamos
en humildad y pobreza al que se nos manifestó pobre y humilde, para estar cerca
de nosotras! Seamos hermanas, porque Él se hermanó primero con nuestra fragilidad.
¡Os deseo una santa
Navidad!