Pestaña

viernes, 6 de diciembre de 2019

Inmaculada Concepción de la Virgen Maria

María, signo de victoria sobre la serpiente
P. Fernando Armellini
             Introducción
             Hay una manera de presentar la figura de María que desalienta en lugar de animar. Se le conoce como la mujer absolutamente excepcional, exenta del pecado original y sus consecuencias trágicas, y eso no se debe a su propio mérito, sino a un privilegio divino único, confirmada en gracia, preservada de cometer errores, bendecida en todas sus obras.
            Nos preguntamos qué tiene en común esta maravillosa mujer con nosotros. Nosotros, los pobres descendientes de Adán, obligados a soportar, sin ninguna culpa, un castigo por el pecado que no hemos cometido. Sentimos envidia por ella, pero poco amor. Ella está demasiado lejos de nuestra condición; ella no es nuestra compañera de viaje en el camino de la fe que, con arduo trabajo, tenemos que andar.