Pestaña

viernes, 24 de enero de 2025

Cierre del Convento de la Concepción y San Benito en el Toboso

El pasado 30 de noviembre de 2024, se clausuraba el monasterio de la Concepción y San Benito de el Toboso en Toledo, con el traslado de la última hermana a otro monasterio, debido a la escasez de vocaciones y la avanzada edad de tres de las cinco hermanas que formaban la comunidad, después de un largo proceso por intentar mantener esta fraternidad y que ha conllevado varias afiliaciones. Siendo la última de ellas, en estos dos últimos años, con el Convento de Santa Ana de Badajoz.

Hemos de destacar, la entereza, paz y serenidad conque las hermanas han aceptado esta situación tan dolorosa.
 

Misa de despedida

El domingo 17 de noviembre, a las 17.00h se celebró una misa de acción de gracias en la iglesia del Convento. Ya una hora antes, la capilla empezó a llenarse de fieles que querían despedirse de las hermanas. La celebración estuvo presidida por el Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves. Siendo esta la primera vez que el Obispo diocesano visitaba tanto el convento como el pueblo desde su toma de posesión de la diócesis primada, el 29 de febrero de 2020. 

Junto con el Arzobispo concelebraron el pro-vicario general y vicario episcopal para la vida consagrada, D. Raúl Muelas; el vicario episcopal para la Mancha, D. Luis Lucendo y los sacerdotes diocesanos D. Ángel Manuel Salazar, D. Juan Miguel Romeralo Santiago (capellán de las hermanas), D. Juan Antonio Collado, y D. José Benito Gallego. Por parte de la orden franciscana también concelebraron el P. Fr. Miguel Álvarez ofm, Fr. Amancio Pérez ofm, Fr. Juan Pedro Ortega ofm y Fr. José Luis Criado ofm, y el P. Fr. José Méndez, t.o.r.

También estuvieron presentes varias hermanas de otras fraternidades de clarisas, entre las que destacamos a M. Isabel Cobo Jiménez, Presidenta de la Federación Bética de Clarisas y Coordinadora Confederal, la cual fue acompañada de su secretaria M. Eugenia; M. Mª Teresa Domínguez, abadesa del Monasterio de Santa Ana, con varias hermanas de la misma fraternidad al cual está afiliado este convento de El Toboso; M. Ana María Theruvikkal y hermanas de la fraternidad de clarisas del convento Inmaculada Concepción de Rapariegos y M. Mª Guadalupe y hermanas de la fraternidad de Sta. Cruz en Córdoba; así como las hermanas franciscanas de la TOR, M. Magdalena Hernández, del convento de Ntra Sra de Porta Coeli en El Zarzoso (Salamanca).

En su homilía, don Francisco exhortó a los presentes con estas tres ideas. Gratitud, «por los 509 años que la comunidad de clarisas ha permanecido en El Toboso desde que se fundara en 1515, como beaterio franciscano. Y gratitud, por la cantidad de religiosas que han pasado por este monasterio ofrenciendo sus vidas según el carisma de Francisco y Clara de Asís».

«Humildad, para aceptar la realidad de los acontecimientos que sin duda representan una pérdida para todos […] Pues es importante que haya vida religiosa en los pueblos y valorar a las monjas, no por lo que hacen puesto que otras personas lo pueden hacer, sino por lo que ellas son».

Y confianza. En este sentido, el Obispo citó varios versículos de la Biblia donde se expresa la confianza en Dios animando a todos los presentes a seguir confiando sus designios.

Tras la bendición final del Obispo, Sor María Isabel Zabala, de la comunidad de Clarisas de El Toboso, dirigió a los asistentes unas palabras de agradecimiento y despedida. Acto seguido, tomaron la palabra la responsable de la Tercera Orden Seglar en El Toboso, doña Antonia Cano y Margarita María Rosa Gómez, quien compuso unos versos para este momento de despedida y la Alcaldesa de El Toboso, Dña Pilar Arinero Gómez, quien, tras saludar a los presentes, destacó la labor de las hermanas y lo que su presencia ha significado para este pueblo Toboseño, entregando al final un recuerdo a cada una de las hermanas de El Toboso.

 
Breve reseña histórica
[1]
 
Los orígenes del convento de la Inmaculada Concepción y San Benito se remontan hacia 1515, época en la que existió en El Toboso, junto a la antigua ermita de San Benito, una casa de beatas o ermitorio donde vivieron primeramente tres religiosas que vestían de pardo, de la Orden de San Francisco y profesaban los tres votos sustanciales de pobreza, obediencia y castidad. Tenían dada su obediencia al P. Guardián de S. Francisco de Belmonte y vivían bajo su regla y sujeción. Más tarde, en el año 1546, fue convertido y fundado como “cenobio franciscano” por Don Antón Martínez, clérigo natural de esta Villa. Por esta época también se le denominaba como “convento de La Sentencia”

En las Relaciones de Felipe II, del año 1575, ya se menciona este lugar como monasterio de beatas, sujeto a la Orden de San Francisco, llamado de La Sentencia, dedicado a la Concepción de Nuestra Señora. En este año cuenta con 13 religiosas y son obedientes al prior del Monasterio de Uclés.

A partir de 1589 es considerado como convento pues contaba 20 o 30 religiosas. Y en el año 1604 en este convento de la Concepción aumentó el número a 32 monjas, las cuales profesaron solemnemente la Regla Tercera Regular de San Francisco. En 1635 el Papa León X aprobó las Constituciones.

La primitiva iglesia del convento se levantó hacia el 1670; era pequeña, sin particularidad ninguna. Artísticamente, el antiguo edificio, que sufrió las consecuencias de las desamortizaciones y la odisea de la contienda civil española de principios del siglo XX, fue siempre un convento pobre del que apenas nos han quedado vestigios importantes.

En julio de 1936 las monjas fueron expulsadas del convento y el edificio, infamemente expoliado, quedó en estado de ruina total. Terminada la guerra, las religiosas regresaron a El Toboso en 1941, después de haber pasado por Madrid y Alcalá de los Gazules (Cádiz) durante los años que duró la contienda civil. Instaladas de nuevo, en medio de aquellas ruinas, comenzaron la reconstrucción de la comunidad.

«Habiendo desaparecido del convento incluso la Regla y Constituciones que en su tiempo había redactado la misma comunidad y que estaban debidamente aprobadas por el Papa León X, en el año 1635, y ante el gran beneficio recibido de Dios nuestro Señor de habernos devuelto al convento sanas y salvas a toda la comunidad, se pensó en dar un paso hacia adelante en el camino del sacrificio y austeridad abrazando la Primera Regla de Santa Clara […] Así, la comunidad elevó a la Sagrada Congregación de Religiosos de Roma la necesaria solicitud para efectuar el paso de la Tercera Orden Regular a la Segunda Orden de Santa Clara. Obtenido este, el 2 de julio de 1943, festividad del Sagrado Corazón de Jesús, fecha de grato e inolvidable recuerdo, la comunidad sintió una de las mayores satisfacciones de su historia al hacer y pronunciar la solemne Profesión de la Primera Regla de Santa Clara, ante el presbítero y Licenciado Don José María Sanchez-Esquinas, capellán de la Armada. Actuaron como padrinos en tan feliz acontecimiento los piadosos esposos Don Antonio Ludeña y Doña Joaquina Yébenes».

El 25 de marzo del año 1958, la comunidad vuelve a elevar a la Santa Sede un Oficio suplicando el necesario permiso para que este monasterio de El toboso sea admitido como miembro de la Federación de Religiosas Clarisas de la Provincia Castellana de San Gregorio Magno. «Y el día 3 de septiembre de 1958, nos comunica la Reverenda Madre Guadalupe Epelde, Presidenta, que ya estamos insertadas en la Federación».

Después de todos estos acontecimientos, fue necesario emprender una gran reforma de todo el edificio. Las obras de reconstrucción comenzaron en 1969 y concluyeron el 13 de enero de 1976. «Para este día, la comunidad invitó al Señor Cardenal Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Marcelo González Martín para que viniera a bendecir el Convento, la Iglesia, que necesitó obras de reedificación desde sus cimientos, y consagrar el nuevo Altar».
 
En los últimos años de vida del convento, dada la escasez de nuevas vocaciones, las Clarisas de El Toboso se han visto obligadas a estar afiliadas a otras fraternidades de la misma Orden. Pero desde finales del año 2022, canónicamente pertenecen a la comunidad de clarisas de Santa Ana de Badajoz, monasterio que se ha hecho cargo del convento toboseño y a dónde irán, algunas hermanas de la actual comunidad.

Llevamos en nuestras oraciones a estas cinco hermanas, para que puedan adaptarse y seguir con fidelidad al Amado y lo sientan presente en esta nueva etapa de sus vidas. Y seguimos orando para que el Señor mande vocaciones a nuestras comunidades.

(1) Fuente:www:eltobosoparroquia.es