Pestaña

martes, 4 de octubre de 2022

Carta del Ministro Povincial en la solemnidad de San Francisco

Fray Joaquín Zurera Ribó, OFM
Ministro provincial

«A quien tanto ha soportado por nosotros, tantos bienes nos ha traído y nos ha de traer en el futuro, toda criatura del cielo, de la tierra, del mar y de los abismos, rinda alabanza, gloria, honor y bendición; porque Él es nuestra fuerza y fortaleza, el solo Bueno, el solo Altísimo, el solo Omnipotente, admirable, glorioso, y el solo Santo, laudable y bendito por los infinitos siglos de los siglos. Amén» (2CtaF 61-62)

A los hermanos de la Provincia, a las hermanas contemplativas, a los hermanos y hermanas de la OFS, de los movimientos juveniles franciscanos, de las hermandades y cofradías asociadas a nuestra Provincia

Descubrir la centralidad de Dios hace posible un proyecto de vida que ponga su enfoque en el querer de Dios. Ciertamente, hay muchos reclamos a nuestro alrededor y fácilmente pueden desviar nuestra atención y llevarnos por sendas totalmente contrarias al Evangelio. De ahí la importancia de saber descubrir en Dios la razón de nuestra vida y el porqué de nuestra entrega, asumiendo fragilidades y debilidades y entregándose con total docilidad y disponibilidad a quien nos llamó y por nosotros se entregó.

Esta experiencia de Francisco de Asís da sentido a su vivir y acompañó todo su camino. Podemos buscar centrar los focos en todo aquello que nos llame la atención, pero entonces podríamos reducir su seguimiento a aquello que particularmente más nos conviene y que pueda justificar nuestras respuestas. Pero toda la vida de Francisco de Asís parte de esa experiencia honda de descubrir al Dios de quien dimana todo y que da sentido a la existencia. Sólo desde Él tiene sentido nuestra vida y sólo por Él la vamos gastando, no aferrados a lo temporal y terreno, sino con el deseo ardiente de hacer realidad el deseo de quien nos ha llamado a la vida de los bienaventurados y nos ha concedido este carisma para bien de la Iglesia y de la humanidad.

Y, sin embargo, ¡cuánto nos cuesta vivir esta entrega! El apego a los bienes, la esclavitud de las redes sociales, la adicción a lo que degenera a la persona, la debilidad que engendra relaciones de dependencia y determinados complejos, junto con la amenaza exterior de quienes buscan, desde la fuerza y el poder, imponerse y dominar sobre los otros, brotando multitud de signos de violencia en nuestro entorno, puede hacernos dudar y titubear a la hora de tomar en serio la consagración que un día hicimos y el proyecto que Francisco de Asís nos ha brindado.

Por eso, hoy nos viene bien volver de nuevo a la fuente, caer en la cuenta de Aquel que todo lo soportó por amor e hizo de su vida una ofrenda agradable a Dios y para salvación de la humanidad (cf. 1Pe 2,21b-24). Descubrir la bondad que emana del corazón compasivo de Dios; encontrar en Jesús la fuerza y fortaleza que desconcierta a los violentos y poderosos porque se hace humildad y servicio; reconocer al Altísimo que, abajado, hace de sí una entrega amorosa; optar por el solo Santo quienes vamos cargados de nuestra flaqueza y vulnerabilidad, todo ello es oportunidad para empezar de nuevo lo que San Francisco nos decía (cf. 1 Cel 103)y vivir más en la clave del don: regalo es este proyecto, regalo son los hermanos, regalo es la humanidad con la que compartimos nuestra existencia, regalo es la hermana madre tierra en la que vivimos y a la que somos llamados a cuidar y servir con la misma pasión con la que Cristo la amó.

Una gracia concedida por Dios a Francisco fue la de unir la humildad y la pobreza, el despojo de sí y el despojo de las cosas (así nos lo enseña fray Pedro Ruiz Verdú al reflexionar sobre la oración colecta de la solemnidad de nuestro padre), y aquí es donde se encuentra la posibilidad de centrar todo en Jesús, para que, de nuestro corazón, a través de manos, pies y labios broten la bondad, el amor y la paz que son dones de Dios que el mundo espera y anhela.

No pierdas de vista el centro de tu vida y así arderá en ti la pasión por buscarlo y hacerlo visible en todo: «En las cosas bellas contemplaba Francisco al que es sumamente hermoso y mediante las huellas impresas en las criaturas buscaba por doquier a su Amado» (San Buenaventura, LM 9,1).

Que el Dios Trino y Uno nos bendiga y aliente nuestros pasos, y que María Inmaculada, nuestra patrona, nos abra a Dios y nos muestre cómo decir el ‘hágase’ a Su Voluntad.

 
Madrid, sede de la Curia provincial, 30 de septiembre de 2022

Prot. N. º: 119 / 2022

 

Fdo.: Fray Joaquín Zurera Ribó, OFM
Ministro provincial