Con alegría recibimos esta noticia, la incorporación de nuestro padre y hermano Michael a su servicio al frente de la Orden, despues de una larga recuperación tras su accidente. Os dejamos sus palabras de agradecimiento, y seguimos orando para que Dios siga dándole su fuerza y sabiduría para llevar a feliz término la tarea que le ha encomendado.
Mis
queridos hermanos, ¡El Señor os dé su paz!
Por medio
de estas letras, quisiera confirmar la información sobre mi regreso a la Curia
General. Es bueno estar de vuelta «en casa» y continuar con los deberes que me
han sido confiados por el Señor y por vosotros, hermanos míos.
Durante el
período de mi rehabilitación, sentí fuertemente vuestra presencia cerca de mí,
hermanos míos, que orabais constantemente por mi recuperación. Gracias a los
hermanos de la Curia General, y a todos los que se acercaron por medio de
correos electrónicos, cartas y visitas fraternas. Me temo que no he respondido
a todos los que me han escrito. Os ruego aceptéis esta nota como signo de mi
gratitud por vuestro amoroso cuidado y estima hacia mi persona.
Deseo
además agradecer a las Damas Pobres (Clarisas), a las Concepcionistas y a los
miembros de la Familia Franciscana por su apoyo en la oración. Que Dios bendiga
a todos y cada uno de vosotros mientras respondéis a la vocación evangélica a
la que habéis sido llamados.
Un
especial agradecimiento va para fr. Julio César Bunader, Vicario General de la
Orden, quien junto con el Definitorio General ha guiado a la Orden durante mi
ausencia. Que Dios os bendiga y fortalezca siempre nuestra colaboración y
comunión al servicio de la Orden.
Los
médicos en Chicago hicieron un excelente trabajo al juntar los pedazos de mis
huesos. Ahora, por un tiempo estaré caminando con un bastón. He podido caminar
hasta tres horas seguidas, ejercitando y estirando los músculos de la pierna
izquierda, que fueron los más afectados por el impacto del accidente en la
bicicleta. Espero que pronto pueda caminar sin ayuda y, eventualmente, volver a
montar en bicicleta.
Sí, lo sé,
puede parecer una “locura”.
El tiempo
de rehabilitación me dio la oportunidad de reflexionar sobre mi propia vida y
vocación, sobre la vida de los hermanos de la Orden, la Iglesia y el mundo, y
de formularme preguntas como hacia dónde nos dirigimos como un grupo de
Hermanos Menores en tiempos radicalmente cambiantes. Pude reunirme con varios
frailes, un biblista y un teólogo, con el fin de iniciar a trazar un plan para
la preparación de lo que se denomina el «Informe del Ministro General a los
Hermanos de la Orden». Tengo la esperanza de que este informe, que pienso
enviar a la Orden a finales de noviembre de 2020, provoque una seria reflexión,
análisis, discusión, y el surgimiento de ideas y propuestas concretas que nos
ayuden a prepararnos para abrazar el futuro con inteligencia, ánimo, esperanza
y alegría, en el espíritu de la Laudato si’. Como podréis intuir, se trata de reflexionar sobre una visión
integral, ecológica y en relación con Dios, los hermanos, la humanidad entera y
el universo creado. Para ello, insto a todos los hermanos de la Orden a que
continúen estudiando y dialogando sobre los materiales contenidos en los diversos
documentos que se han producido durante estos últimos casi cinco años, muy
especialmente sobre el Documento Final del Consejo Plenario de 2018 que tuvo
lugar en Nairobi, Kenia.
Que Dios
os bendiga hermanos míos, mientras os esforzáis cada día por vivir en profunda
amistad con Dios; mientras expresáis de manera sencilla y concreta vuestro
compromiso con los valores de la fraternidad y de la misión; y mientras
vosotros -como nosotros- soñáis juntos el “sueño que Dios” tiene para el futuro
de la Orden de Hermanos Menores.
Roma, 27
de enero de 2020
Fraternalmente
vuestro en Cristo y San Francisco,
Fr.
Michael A. Perry, OFM