El Vía Crucis o Camino de la Cruz, es una de las más antiguas devociones practicadas por los Católicos en todo el mundo. Consiste en acompañar a Jesús en su Pasión y Muerte, en sus horas finales, repasando 14 momentos (las 14 Estaciones del Vía Crucis) desde que fue condenado a muerte hasta su sepultura. Más recientemente a veces se suele agregar una nueva 15ª Estación: la Resurrección del Señor.
Su origen data de los primeros siglos del cristianismo, de la piadosa compasión con que los cristianos veneraban los pasos de la Vía Dolorosa cuando peregrinaban a Tierra Santa.
El amor a la Pasión de nuestro Señor, que vivió nuestro seráfico padre San Francisco, hasta el punto de ser configurado con los estigmas en su cuerpo, hacen que esta devoción sea singular en nuestro carisma, siendo los franciscanos uno de los mayores impulsores de la misma.