Fraternidad
de Siruela
VIRGEN
POBRE, ABRAZA A CRISTO POBRE
Estimadas
hermanas: Paz y Bien.
Con estas palabras quisiera hacerles participar de lo que
ha sido el día más importante de mi vida, mi Profesión de Votos Solemnes, que
se realizó el día 3 de noviembre del presente año 2018.
La celebración estuvo presidida por Don Felipe García, Vicario Episcopal de la Vicaría de Talavera de la Reina, Diócesis de Toledo, a las 12 horas, día que en mi país, Perú, se celebra la Solemnidad de San Martín de Porres. Son grandes los sentimientos que tengo de alegría interior por coincidir con mi Consagración Religiosa para toda la vida.
La celebración estuvo presidida por Don Felipe García, Vicario Episcopal de la Vicaría de Talavera de la Reina, Diócesis de Toledo, a las 12 horas, día que en mi país, Perú, se celebra la Solemnidad de San Martín de Porres. Son grandes los sentimientos que tengo de alegría interior por coincidir con mi Consagración Religiosa para toda la vida.
En
el desayuno mis hermanas me felicitaron con un canto en el refectorio, ahí
sentí más la cercanía de cada una de ellas. Estoy muy agradecida a mis hermanas
de Comunidad que me acogieron con todo el corazón desde el primer momento de mi
llegada de Perú a esta casa y así compartí con ellas mi vida religiosa en el
carisma Franciscano - Clariano. Aquí aprendí a vivir lo que nuestra Madre santa
Clara le dice a Inés de Praga “Ama
totalmente a quien totalmente se entregó por tu a amor” (CtaCla 3).
La
víspera de mi Profesión nos visitó la reliquia de D. Bernardo Urraco siervo de Dios, mártir en la guerra de
1936, que entregó su vida por la Iglesia y salvación de las almas con su
martirio, hijo natural y predilecto de Siruela. Fue una bendición de Dios para
mí, día anterior a mi Profesión, ¡qué regalo! es un ejemplo de santidad,
ofrecimiento y entrega, como otro Cristo pobre y crucificado a favor de todos
nosotros.
Siempre
tendré guardado en mi corazón que mi felicidad de este día ha sido construida
por la entrega y alegría de mis queridas hermanas de esta fraternidad de
Siruela, que el Señor derrame muchas bendiciones y gracias sobre ellas. Pido al
Señor buenas y santas vocaciones, también bendiciones para sus familiares.
Fue
un día inmensamente feliz, primero porque Dios me llamó y eligió en su
seguimiento, me llena de su amor y de grandes deseos de santidad, toda mi vida
la dedicaré a su servicio y a la salvación de las almas. ¡Qué grande es la
vocación, qué regalo del cielo!
Expreso
mi agradecimiento a todos los sacerdotes, entre ellos al padre Asistente Fray
Isidro Moruno, ofm. que me acompañaron y concelebraron con Don Felipe, quien
con su homilía fue calando en el interior de mi alma el don más precioso, que
son los consejos evangélicos, destacando con cuánto amor debo abrazarlos,
siguiendo el ejemplo de nuestra madre Santa Clara.
En
la presentación de ofrendas me acompañaron mis padrinos, a los que considero
como mi familia aquí en España, llevando el pan y el vino.
Que
Dios les pague a ustedes, mis queridas hermanas de nuestra Federación por su
presencia personal y espiritual, especialmente a la madre Presidenta. Gracias a
mis hermanas de Comunidad y a todas por haber sido un testimonio de Dios para
mi vida. Igualmente agradezco sus regalos y tarjetas expresando su alegría. Les
pido que me acompañen con sus oraciones para que pueda vivir con humildad
siguiendo e imitando a mi esposo Jesucristo y siguiendo las huellas de nuestros
seráficos padres Francisco y Clara.
Sor María
Catalina de Jesús Lozano Vargas