Celebrando el Cántico de las criaturas en el convento de Santa Clara de la Columna de Belalcázar

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 …Todo empezó con una inspiración… Después de haber tenido el regalo de participar en una de las reuniones, que se realizaba para la preparación de este Octavo Centenario de la composición del Cántico de las Criaturas con la familia franciscana, una de las propuestas era que nuestras casas se convirtieran de alguna manera en casas del Cántico donde se diera a conocer este Escrito bellísimo de Francisco de Asís.

Las hermanas clarisas de esta Comunidad de Santa Clara de la Columna en Belalcázar, pensamos que sería una oportunidad el poder celebrar nuestros Encuentros de Verano: el XXXI Encuentro de oración Fray Juan de la Puebla y el III Encuentro de Jóvenes franciscanos del Colegio San Antonio de  Padua de Martos (Jaén) teniendo como fundamento el Cántico de las Criaturas…Con cada uno de los grupos hemos intentado hacer experiencia de ellas desde aquellos calificativos que Francisco va regalando a cada una de las criaturas:

El Hermano Sol, con la gratuidad del Amor de Dios, que hace salir su sol sobre justos e injustos, la hermana luna y las estrellas que nos llevaban a ver esas guías y mediaciones que dan luz a nuestro camino creyente, la hermana agua humilde, preciosa y casta, la hermana tierra que nos sustenta con su fecundidad dando vida a toda criatura. 

Nos sorprendió el hermano viento, del cual el Espíritu del Señor se sirvió para dinamizar nuestra vida y ponernos cara a cara con la Palabra, y hacernos desear al Mas grande.

El hermano fuego que nos llevó a esa Pasión de amor del Señor por nosotros y a buscar cada día crecer en esa relación de amor y personal con EL.

El perdón fruto de su Amor, que nos hizo nacer como criaturas nuevas… al final la Esperanza del Amor más grande que nos espera a todos después del abrazo con la hermana muerte.

No pensamos que podía tener esa fuerza en todos los que hemos participado en estos Encuentros desde el más joven, al más mayor. Realmente a su término todas esas benditas criaturas, a las que Francisco canta se habían encarnado en nuestras vidas, solo el nombrarlas nos emocionaba, después de haber hecho experiencia de ellas. Todos fuimos capaces de seguir componiendo nuestro propio Cántico de alabanza. 

Nosotras, las hermanas que viven en esta Casa del Cántico de las criaturas, no dejamos de dar gracias a Dios por tanto bien que hace a través de nuestra Casa de Oración, este lugar de Fraternidad, de Retiro, de Silencio, donde Dios se hace presente en lo pequeño y no deja de manifestar sus signos.  

Damos gracias por cada una de las personas que han pasado por nuestra casa y con los que hemos podido compartir junto a Francisco y Clara nuestra vocación franciscana. Todo un Don.

Loado seas mi Señor por darnos la fuerza y la alegría para poder hablar de Ti. 

Todo es gracia todo es don de Él. 

Sor Isabel Cobo Jiménez o.s.c