A la Presidenta de la Federación de Hermanas Clarisas de Aránzazu
Roma, 24 de junio de 2024
Después de días de paciente espera que el Arzobispo de Burgos se mostró hacia el Monasterio de Belorado, llegó a la declaración de excomunun laión latae sententiae para 10 hermanas.
Es un momento muy triste y yo mismo sentí su gravedad y su peso. Comparar su desconcierto y dolor, y siento que para toda nuestra Orden es un momento que nos obligan a orar y reflexionar. En primer lugar, con la oración que queremos acompañar a estas hermanas que han optado por abandonar la Iglesia Católica, que han caído en una lectura distorsionada y se hale motivado la maldición de los últimos setenta años de vida de la Iglesia. En la historia de la Iglesia, cada vez que un pequeño grupo se ha aislado, terminando por secta y pierde así el aliento más amplio de la Iglesia Católica.
La reflexión consiste en cuidar entre nosotros especialmente a los miembros más débiles y a los que corren el riesgo de aislarse, asegurando una formación sólida y el vínculo de la fraternidad. Vemos que en nuestra Iglesia está aún por algunas variantes nostálgicas y tradicionales como los ya, como otras de distinto tipo, y esto nos pide reforzar nuestros lazos y cuidar la unidad. Por eso son las Federaciones, para que cada Monasterio sienta la presencia y el acompañamiento de toda la gran familia.
Ahora, las 10 hermanas ya no son Clarisas ni religiosas y sería conveniente que dejaran el hábito de San Francisco y Santa Clara, tía, no creo que lo hacen. Debemos dejar claro a todos que ya no son Clarisas, aunque las puertas de nuestros corazones y de nuestra familia siguen abiertas. Espero que a las hermanas ancianas que quedan se les garanticen los cuidados necesarios, corporales y espirituales.
A la vez la ocasión para saludarlas y así permanecer unidos en el vínculo de la caridad y de la obediencia al Evangelio, mientras invoco sobre todas vosotras la bendición de san Francisco.
Fraternalmente,
Fr. Massimo Fusarelli, OFM
Ministro General
