Pestaña

martes, 8 de junio de 2021

Retiros de Fraternidad: Junio


CON FRANCISCO  APRENDIENDO A SER HERMANOS
DON Y TAREA

“Todos vosotros sois hermanos” (Rnb 22,33)

Provincia de la Inmaculada ofm

 

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“La fraternidad es nuestra forma de ser en el mundo y en la Iglesia. No existe vida franciscana si no es como fraternidad; nuestra vocación es ser hermanos; y nuestra ley fundamental es la del amor (TestS 4).
Por otra parte, el fundamento de nuestra vida fraterna consiste en:
  • abrirnos, cotejarnos, acogernos y dialogar;
  • ésos son los instrumentos para iluminar, fortalecer y actualizar nuestro proyecto evangélico común;
  • ésa es la condición para que nazcan nuevas motivaciones que estimulen la creatividad y ayuden a recobrar confianza en nosotros mismos y en los demás.

Don y tarea, la fraternidad se acoge pero también se construye. Llamada divina y realidad humana:

a) Como llamada divina, la fraternidad se alimenta de la oración, la escucha de la Palabra, la Eucaristía, el perdón y la reconciliación.

b) Como realidad humana, la fraternidad tiene sus propias leyes, exigencias y mediaciones: relaciones auténticas, familiaridad, amistad, jovialidad, cortesía, servicio...”

(FR.GIACOMO BINI)


La fraternidad, en efecto, es una de las líneas fundamentales del proyecto de vida franciscano: la vocación de los llamados a esta vida es vocación a la fraternidad, vocación a ser hermanos.

La fraternidad franciscana tiene origen y comienzo en el acontecimiento al que se refiere Francisco en su Testamento, cuando dice: «...después que el Señor me dio hermanos...» (Test14; 2Cel 15;TC 25-29).

Estas palabras revelan y manifiestan algunos de los rasgos que constituyen la originalidad y la característica principal de la fraternidad de los Hermanos Menores.
  • Porque decir «el Señor me dio hermanos», es proclamar que los hermanos los da y regala el Señor. Es subrayar la gratuidad del hermano y la gratuidad de la fraternidad o del conjunto de los hermanos. Es decir que el hermano no es para nada, no es rentable ni productivo, funcional ni negociable. Los hermanos son... para ser familiares entre sí, para nutrir y amar al hermano más que la madre ama al hijo carnal (Rb 6 §7- 8). Los hermanos son para dar a luz al hermano.
  • Porque decir que «el Señor me dio hermanos», es proclamar que en el centro de todo está la relación interpersonal de los hermanos entre sí. Es subrayar que los hermanos son hermanos si tienen relaciones entre sí y en la medida que las tengan. Es afirmar que la reciprocidad es el principio constitutivo de la fraternidad, entendida como relación entre los hermanos.
  • Porque decir que «el Señor me dio hermanos», es proclamar la igualdad de los hermanos en el conjunto de los hermanos que forman la fraternidad de los Hermanos Menores.

Pero la fraternidad no es sólo uno de los temas nucleares de la «forma vitae», sino que, en coherencia interna de la misma, engloba también los otros temas, condensa el proyecto entero: la fraternidad es la «forma del Santo Evangelio» que el Señor indujo a Francisco a vivir en la Iglesia cuando le «dio hermanos» (Test 14).

Ser hermanos y observar el Evangelio equivalen y coinciden. La fraternidad es el estilo práctico de vivir la vida franciscana. Por eso la fraternidad, la relación fraterna, está sobre todo y es el fin de todo en la regla y vida de los Hermanos Menores.


«Todos vosotros sois hermanos» (Mt 23, 8; Rnb 22, 33)

Entre el vocabulario que Francisco utiliza para hablar de la comunión fraterna, el primero y principal es el sustantivo hermano. Este término, usado por Francisco 306 veces, es el sustantivo más usado en sus escritos, después de Señor, que aparece 410 veces. Es el nombre que Francisco se da a sí mismo, 15 veces, y es el nombre que emplea, junto con el de fraternidad, que aparece 10 veces en sus escritos, para designar a los que con él optaron por «seguir la vida y pobreza del altísimo Señor nuestro Jesucristo y de su santísima Madre» (ÚltVol 1).

Para Francisco lo primero y lo que sobre todo somos, desde el Evangelio, es ser hermanos, para ser, desde ahí, todo lo demás que tenemos que ser:
- hermanos que oran (Rb 3, 1- 9),
- hermanos que van por el mundo (Rb 3, 10-14),
- hermanos que no reciben dinero (Rb 4),
- hermanos que trabajan (Rb 5), etc.


En la fraternidad menor nada hay anterior ni por encima de la relación fraterna, de la unidad e igualdad de todos bajo el único señorío de Cristo y de su Evangelio (Rnb1, 1; Rb 1,1). En la comunión fraterna ser hermano es lo primero de lo primero.

Y porque el término hermano es un término esencialmente relativo, ser hermano consiste en las relaciones personales que realmente se tengan con los hermanos. Esto quiere decir que uno solo no puede ser hermano y que lo primero en la fraternidad de Francisco es la relación de hermano a hermano, entre hermano y hermano (Rnb11).

Pero esta relación debe ser interpersonal. Francisco destaca y privilegia esta dimensión con una serie de vocablos y de expresiones presentes en sus escritos. Así,
- recíprocamente
- alternativamente,
- entre sí,
- deben servirse como quisieran ser servidos,
- el uno al otro.

A estas expresiones se podrían añadir otras, tales como:
- dondequiera que estén y se encuentren unos con otros (Rnb 7,15; Rb 6,7),
- volver a verse (Rnb 7,15),
- como así mismo (2CtaF 27.43; Rnb 4, 5; 6, 2;Rb 6, 9),
- delante de él (Adm 25),
- para con ellos (Rb 10,5),
- el ministro con sus hermanos (Rnb 18,1),
- separarse de sus hermanos (Adm 3,9; CtaO 3.14.17.20).


Todas estas expresiones proclaman hasta qué punto está subrayada en los escritos de Francisco la dimensión interpersonal de la relación de amor más que materno entre los hermanos menores.

Francisco destaca, por lo tanto, la ineludible reciprocidad e intersubjetividad que supone la relación personal. En su vida y en sus escritos ha privilegiado la reciprocidad, el ser con, para, en y con el hermano: «Manifieste confiadamente uno al otro su propia necesidad, para que le encuentre lo necesario y se lo proporcione» (Rnb 9, 10).

Todos, por ello, son pacientes y agentes del familiares entre sí (Rb 6, 7-9). Todos viviendo cara a cara y cuerpo a cuerpo unos con otros. Responsabilidad de todos hacia todos, don mutuo de unos a otros hasta llegar, como dice Celano de Francisco, «a estar pronto a entregarse por entero a sí mismo hasta agotarse» (2Cel181) o, como dicen los Tres Compañeros de los primeros hermanos, parecerles «cosa fácil entregar su cuerpo a la muerte, no sólo por amor de Cristo, sino también por el bien del alma o del cuerpo de sus hermanos» (TC 41).

La Fraternidad supone la convicción de que todos somos hermanos, no solamente por ser iguales en dignidad, sino porque nuestras relaciones están fundadas en el Jesús hermano, Hijo del Padre (1CtaF 1,7;

2CtaF 50. 53. 56). El Espíritu es el que nos dice que la humanidad no es sólo una unidad biológica, y por eso hermana, sino que la razón de su fraternidad es por hundir sus raíces en un mismo Padre, que nos ama y nos espera para reunirnos a todos en la plenitud de una familia. En esto se basa nuestra identidad de hermanos; y no podemos arrogarnos la cualidad de padres porque uno sólo es nuestro Padre, el que está en los cielos (1 R 22,33-35).

Cierta noche, en una fuerte tormenta de nieve, en la sede de un orfanato en Washington DC, un sacerdote que estaba de guardia oyó a alguien llamar a la puerta.

Al abrirla descubrió a un niño cubierto de nieve, con poca ropa, llevando a la espalda a otro niño más pequeño. Con el hambre pintada en el rostro, el frío y la miseria de ambos conmovió al sacerdote, que les hizo entrar y exclamó: “¡Debe ser muy pesado!”, refiriéndose al niño cargado a la espalda.

El niño que lo cargaba dijo: “él no pesa, es mi hermano”.


Para la reflexión: 
Como decía San Francisco no somos primariamente para las tareas, nuestra primera misión es ser hermanos, Francisco lo dice con mucha fuerza “el Señor me dio hermanos” “Nuestra vocación es ser hermanos…”:
  • “La regla y vida de los Hermanos Menores es esta….” (Rb. 1)
  • “La Orden de los Hermanos Menores, fundada por San Francisco de Asís es una fraternidad…” CCGG Art.1 &1
  • Formula de la Profesión CCGG Art.5 &2: “Para alabanza y gloria de la Santísima Trinidad. Yo, Hermano….puesto que el Señor me dio esta gracia…”

· -- ¿Cómo vivo esta realidad vocacional de don y tarea de ser hermano…?