Pestaña

domingo, 18 de mayo de 2025

Curso Confederal 2025

 P. Adrián López Galindo, Sj 
"Acompañamiento" 

 Los días 5 al 9 de mayo del presente año, se celebró el Curso Confederal de Hermanas Pobres de Santa Clara de España y Portugal, en el que participaron 51 hermanas, y que tuvo lugar en el Centro de Espiritualidad de San Ignacio, en Salamanca. Este Curso está destinado a formadoras y hermanas que se preparan para este servicio y es un curso para tres años, una semana al año, y alguna clase online.

 El ponente de este primer encuentro fue el P. Adrián López Galindo, Sj, con el tema “Acompañamiento”. Su experiencia de vida sacerdotal, religiosa y profesional hizo que las hermanas, en estos días de estudio y de fraternidad, sacaran mucho fruto, espiritual y práctico, para la difícil tarea del acompañamiento en la formación inicial.

El curso dio comienzo con unas palabras de bienvenida de la Hermana Coordinadora Confederal y Presidenta de las Clarisas de la Bética, Madre Isabel Cobo Jiménez,osc, el cual os dejamos a continuación:

 “Queridas hermanas paz y bien.

Es una gran alegría ver tantas hermanas juntas y que manifiestan un deseo de seguir formándose y en definitiva de responder fielmente a tanto don recibido por medio de nuestra vocación.

Al ser un don es también una tarea y no podemos olvidarlo, es responsabilidad nuestra el hacerla crecer cada día. En nuestra vida ordinaria por su puesto, pero también con las mediaciones que la Providencia va poniendo en nuestro camino.

El Señor ha resucitado y habita este mundo y su Espíritu no deja de dar vida, pero en nuestras manos ha puesto el Reino. Aquellos primeros discípulos encerrados por el miedo, se vieron impulsados por la nueva vida del Espíritu, esta hizo de ellos unas criaturas nuevas, y que fueron capaces de llegar hasta los confines de la tierra, más lejos de lo que llego Jesús en su paso por la tierra, “si permanecéis en mi amor haréis cosas mayores”.

También nosotras hemos sido renovadas por el Resucitado. hemos pasado la Cuaresma, y vivido el Triduo pascual y de pronto el Domingo hemos renacido a una vida nueva y así lo hemos experimentado.

 Esta Octava de Pascua ha sido aún más especial, el Señor nos ha regalado un testigo que nos ha ido hablando durante esos días, junto con los testigos que se encontraron con Jesús después de su Resurrección, El papa Francisco. Él ha sido también buena noticia y nos ha confirmado que se puede llegar muy lejos si confiamos en la semilla que el Señor ha sembrado en nosotros que, aunque pequeña según nuestra lógica, Dios la hace crecer de forma impensable. Solo hay que hacer una cosa no rendirse y confiar en Aquel que ha confiado en nosotros.

           La vida del papa Francisco ha sido un signo entre nosotros, un signo de cómo nos ama Dios al dárnoslo. Pero nosotras también somos ese signo, él nos ha llamado para esta forma de vida a ser las pobrecillas del Señor, llamadas a vivir siempre en la verdad y la vida del Espíritu que es la mejor. Nos toca redescubrir la belleza y la seriedad de lo que tenemos entre manos y caer en la cuenta de que no nos pertenece, sino que es del Señor que como digo ha confiado en que podemos llevar a la vida de este mundo la forma de vivir de los hijos de Dios, porque ya que hemos resucitado con Cristo aspiremos a los bienes de arriba no a los de la tierra, por eso como elegidas de Dios estamos llamadas siempre a revestirnos de “compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia”.

Para todo esto no podemos pararnos, no podemos dejar de equiparnos en todo aquello que nos haga personas maduras y firmes en la fe y creciendo en el conocimiento de Cristo Jesús Nuestro Señor para poder transmitirlo y acompañar a las hermanas que vienen detrás de nosotras.

Que el Señor nos conceda ser un vivo ejemplo y testimonio de su amor por toda la humanidad y así contagiemos la alegría de nuestra vocación a todas las hermanas que el Señor nos regale.

Comenzamos este encuentro de formación para formadoras o futuras formadoras que tendrá si Dios quiere una continuidad de tres años y que será impartido por nuestro hermano en la fe, el padre Adrián López Galindo (sacerdote Jesuita):

Nacido en Salamanca en 1955, entró en la Compañía de Jesús en 1975 y se ordenó sacerdote en 1985. Es licenciado en Pedagogía por la UPSA; Bachiller en Teología por la Universidad Pontificia Comillas; licenciado en Teología Espiritual y en Psicología por la Universidad Pontificia Gregoriana y Máster en Psicología Sanitaria por la UPSA. Atesora una larga trayectoria pastoral y docente, además de ocupar numerosos cargos en la Compañía de Jesús, pero destaca como director del Máster en Discernimiento Vocacional y Acompañamiento Espiritual desde 1993, dedicándose a atender psicológicamente tanto personal como telemáticamente a religiosos y sacerdotes. En alguna ocasión también lo hemos tenido en los Cursos de formación de alguna de nuestras Federaciones.”

 También en estos días, vivimos un acontecimiento histórico para la Iglesia Católica, la celebración de la apertura del Conclave en Roma, el 7 de mayo de 2025 y al día siguiente, gozamos con todo el Pueblo de Dios de la elección del nuevo Pontífice sucesor de Pedro, el cardenal Robert Francis Prevost Martínez, con el nombre de León XIV. Acontecimiento que las hermanas pudieron seguir por televisión, haciendo un paréntesis en la programación del curso.