en La Laguna, Tenerife
Queridas hermanas de la Federación Ntra. Sra. de Loreto: Paz y Bien en Francisco y Clara.
Recientemente hemos terminado el mes de octubre lleno de espiritualidad Franciscana y en donde hemos disfrutado y gozado juntas en el Santuario de Ntra. Sra. de Loreto. Lugar al que a todas nos encanta ir, porque nuestra titular nos impulsa para crecer cada día en el amor fraterno.
Ahora en este mes de las benditas almas del Purgatorio, cogemos un avión y visitamos a las hermanas que viven en las Islas Canaria de Tenerife, en la Laguna. Nos encontraremos con 12 hermanas llenas del amor de Dios, que siguen siendo faros encendidos para los de cercas y de santidad para la Iglesia.
¡Hermanas, seguid con vuestra generosa entrega y contad en este mes con la oración de los 17 monasterios que os apoyaremos espiritualmente!
En esta fraternidad hay una hermana que forma parte de esta Comisión de Relaciones Fraternas, sería muy oportuno, de llamarla y de expresarle nuestro afecto fraterno y oracional.
¡Hermanas, seguid con vuestra generosa entrega y contad en este mes con la oración de los 17 monasterios que os apoyaremos espiritualmente!
En esta fraternidad hay una hermana que forma parte de esta Comisión de Relaciones Fraternas, sería muy oportuno, de llamarla y de expresarle nuestro afecto fraterno y oracional.
Meditación Franciscana:
Un día llegó a una aldea llamada Alviano a predicar la palabra de Dios; subiéndose a un lugar elevado para que todos le pudiesen ver, pidió que guardasen silencio. Estando todos callados y en actitud reverente, muchísimas golondrinas que hacían sus nidos en aquellos parajes chirriaban y alborotaban no poco. Y era tal el garlido de las aves, que el bienaventurado Francisco no lograba hacerse oír del pueblo; dirigiose a ellas y les dijo: “Hermanas mías golondrinas ha llegado la hora de que hable yo; vosotras ya habéis hablado lo suficiente hasta ahora. Oíd la palabra de Dios y guardad silencio y estad quietecitas mientras predico la palabra de Dios”. Y las golondrinas, ante el estupor y la admiración de los asistentes, al momento enmudecieron y no se movieron de aquel lugar hasta que terminó la predicación. (1C 59)
Recibid un saludo fraterno de vuestras hermanas
de la Comisión de Relaciones Fraternas.
