
"Deseo celebrar la memoria del niño que nació en
Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que
sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el
pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno" (S. Francisco)
Desde aquella noche en que Francisco hizo el primer Belén, en Greccio, sus hijos e hijas seguimos con cariño, alegría y ternura, colocando en cada rinconcito de nuestros Monasterios el sagrado Nacimiento, para contemplar con nuestros ojos y recordar al corazón, la ternura de un Dios, que en su inmenso poder se hace carne de nuestra carne, Hijo del Altísimo a quien la Virgen dio a luz, iluminando al mundo con la gracia de la savación.
Ponemos en esta sección los Belenes de nuestras fraternidades que nos valláis mandando.